José Luis Barrientos León

El niño invulnerable ( A Sol y Mariano, canto y esperanza)

 

 

El niño invulnerable abrazado a un árbol

Crece y sueña bajo el verdor de sus hojas

En el tiempo del encanto, cuando el arbusto es selva

Y el río aspiración y esperanza

 

Sube a las ramas como al balcón de poemas

Persigue cigarras, como hijas del sol, que iluminan el día

Canta, salta, bajo la lluvia, quiere ser manantial

Promesa e ilusión de la mañana

 

El niño es tiempo, que vuela sobre el eterno azul. sobre la llanura

Es juego, es verso, entre estatuas grises que le dan preceptos

Sube a la montaña de sus sueños, por las callejuelas de polvo y nube

Para alcanzar el cielo, liberando al viento de su enrejado y armadura

 

El niño se convertirá en océano, cuando la vida le muestre su inmensidad y altura

Danzará en las olas, se convertirá en ribera

Bañará la arena, se transformará en simiente

Para germinar de nuevo, invulnerable,

abrazado al árbol que le dio el abrigo