La luna vino a verme
con su camisón blanco
Del interior brotaban
dos capullos de nardo.
La luna vino a verme.
En luz radiante estaba.
En sofá terciopelo
sus gacelas sesteaban..
La luna vino a verme.
Su puntilla asomaba
entre sedas de encaje
-¡oh blancura de enagua!-
La luna vino a verme
Labios de dulce grana
invitáronme a entrar
en su fogosa fragua.
( Y en sus brazos gocé
la noche enamorada...)
(salvador)