¿Para qué buscar a Dios? es un desconocido
No me encuentro,
no me hallo,
no estoy.
solo corro y no me atrapo,
no me detengo,
no me abrazo.
Me dejo huir
de entre mis alas,
me marcho,
siempre me marcho
estoy de espaldas
y camino hacia algun lugar.
Me voy
otra vez me voy de todas partes,
y no te veo y no me veo,
¿dónde estás?
¿a dónde camino?
¿a dónde debo mirar?
Llevo una tristeza conmigo,
una carga difícil de llevar,
un gris abrigo,
tan inmenso como el mar,
En la parte de atrás de mi pecho,
llevo el alma colgando,
quebradiza y agonizando.