Pablo Cabrera

LOS PADRES

“Seca su llanto, calla sus dolores,

y sólo en el deber sus ojos fijos,

recoge espinas y derrama flores

sobre la senda que trazó a sus hijos”.

(Juan de Dios Peza)

 

 

Ocupan al principio

un lugar destacado delante de la cuna

en la que ríe o llora o duerme simplemente

el fruto de su afán por desvelar la vida.

 

Más tarde se proponen quedarse cuando tú

deseas estar solo o con los cuatro prójimos

que afirman ser amigos entre dientes

mientras a ti te quedan fortuna o carcajadas.

 

Para que avistes cielos solitarios,

un día te dejan ir, ceñir tus propias alas,

aunque las suyas ronden sigilosas

los nidos quebradizos que inauguras.

 

Se conforman y ufanan esas tardes

en que a veces te posas en la rama vencida

que una vez fue el hogar.

 

Con el tiempo franquean un recodo,

se atavían de silencio y se acomodan

en tenues claroscuros

mientras tú miras fotos

y te secas recuerdos.

 

 

PABLO CABRERA, MARZO DE 2021