Tentación es el principio
de una batalla que lleva su nombre,
de un anochecer cuyo fulgor
tatúa los rincones caprichosos
de este indulgente ser.
Es la inquietud advertida
en la locura de sus caricias,
que evoca la primavera
de esta marchitada piel.
Tentación es el preludio
de incendios avivados,
de temores sacudidos,
de amaneceres atrasados.
Es el palpitante sonido
de la noche que estampa
un misterioso perfume
con su roce.
Tentación es el desafío
que encierra un vanidoso desdén,
es el aliento que acoge
la miserable soberbia,
en la que nada su sed.