Raiza N. Jiménez E.

Nuestra Niñez.-

Pienso en aquellos días,

del  trajinar en la escuela.

Qué era la vida no lo sabía,

Pero escribía largas esquelas.

 

Pasaban muy lentas  las horas,

ninguno diría que me gustaba.

Menos aún, si la casa añoras.

Pero con las amigas jugaba.

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Cierto, es que las horas contaba.

Quería irme a la casa a jugar.

Y en mis muñecas pensaba.

Y me gustaba coser y bordar.

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El recuerdo de mi hermanita

viene a mi mente; era genial.

Me enseñó a bordar la ropita,

de muñecas y eran de tela real.

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Hace un mes que mi hermana

nos dejó y se fue con el Señor.

Parece que la oigo cantar ufana,

sus llaneras y lo hacía con fervor.

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¡Quiera Dios que allá en el cielo,

cante, sin seguir ni ritos ni duelo!