Valiente y fuerte como dura roca
que su amor con esmero nos prodiga.
Es nuestra madre, la mejor amiga,
el muro donde uno se apontoca.
Nuestro mal sufrimiento le provoca
y nunca de nosotros se desliga,
es valladar, es rosa y es espiga
que si falta, se quita de su boca.
La que su vida sin dudar entrega
mostrando su cariño con desvelo,
pues nunca su asistencia nos la niega.
Y dulce nos ofrece su consuelo
materno, un corazón siempre a la brega.
Es la estrella que brilla en nuestro cielo.
*A todas la madres y a la mía en particular que hace tiempo que se fue al cielo.