Con la mirada hacia el fin
néctar de tu cuerpo sobre mi piel
mujer sin dueña del cielo ardiente
piel de mujer ardiente en la fuente
aquel recorrido en la soledad
sobre la ropa en el des van
encima de mi sed tu placer
gemido de la voz angelical
que nadie sepa tu y yo
encerrado en el placer
ven a mi lado dulce mujer
déjame secar tu aliento de placer
en el ríncon de tu cuerpo sin censura
pensar en el desnudo de tu piel
dulce aroma a piel húmeda
cahutívame con tu desnudez
con la prisa de hacerte mi mujer
recorrer cada centímetro de ti
para poder besarte por ahí
donde nace el dulce aroma
que me hace soñar
vuélveme loco de placer
a tocar cada rincón de mi ser
llenos tu y yo en el placer
desnudos como el recuerdo del ayer