Hoy el Verso medio tonto,
atrasado, llego a mi puerta borracho,
dice que ayer durmió
en la acera porque no encontraba la casa,
y que allá por Santo Domingo
lo corrió la policía,
que no quería, por si acaso,
les contagiase algún sueño,
dijo que, por El Salto,
al lado de un basurero
le entró hambre de cielo
pero nada se veía
en esta ciudad tan nublada,
así que tiró calle
cruzando el puente
para aguantar el frío.
Vino a pegarse una siesta
para pasar el chuchaqui de noche que traía,
y que cuando despierte
iba a desafinar la guitarra
y se volvía para la calle,
me dijo que si lo buscaba
iba a estar por el mercado
comiéndose un caldo
y que si se hacía tarde
ya no volvía,
se fue disculpándose
por dejarme esta chuma de silencio
pero que, si se topaba con la Natalia,
le dejaría unas rimas de mi parte.