En un viejo
abrigo,
en uno de
sus bolsillos{
hallé
la pastilla
de menta.
Envuelta en papel,
verde
y bonita.
Trajo a mi memoria,
a quien
me la obsequió
en un invierno
lejano.
Hasta logré
escuchar su voz.
Percibir
su aliento fresco
y su calidez.
Cabellos al viento
hablaba y reía.
Exponía sus ideas,
y provocaba
mi risa.
La pastilla de menta,
verde
y bonita,
volvió a acercarlo
a mí.