Tu imagen se mantiene en mi memoria
Como la hoguera que no se apaga
Como el tiempo en la selva oscura,
Que la noche inmensa cubre de misterio
Con aullidos de fieras,
Entre silencios profundos que agitan los árboles
Imagen que se mezcla entre nostalgias y amarguras
Confundiendo el silencio con la renuncia a la espera
Y la luna alba con tu juventud eternizada
En el primer beso, en el primer amanecer a tu lado
Mañanas que se abren a la luz de tu mirada
En la imagen sacrosanta que se guarda perpetua
Que recorre el alma como el río liberado
O la brisa del viento que acaricia el árbol
Imagen que brilla con la luz del sol
Que da dimensión al océano,
Que es ribera y arena
Donde se incendiaron los cuerpos,
Donde reposaban los huesos
Tu imagen se eterniza, se diluye, se agita
Entre el cielo y la tierra,
ingenua preparada a germinar y ser estela
Despojada de mantos, con sus alas al viento
Dispuesta a recibir la simiente y ser pradera
Tu imagen se mantiene en mi memoria
En la mañana que vuelve y la tarde que espera
La sombra de la noche para cubrir agonías
Con los versos que nacen en los balcones de estrellas
Con la imagen del fantasma que nos atormenta y acosa.