Me la jugué y aposté hasta mis huesos por esto que creí que era más que un amanecer.
Desafíe a mis demonios por tus bellos ojos café.
Lo hice por la desesperación que tenían tus labios al besarme, por tus silencios y tus miradas tan sedientas.
Me lancé desde un precipicio con una sonrisa triunfante y mi corazón a mil por ti.
Planeandoo todos los besos y abrazos que nos daríamos en ese cuarto lleno de amaneceres felices, fiestas de almohadas de colores y sábanas mojadas.
Lo arriesgué todo, esperando todo de ti.
Y como juego de azar hay un ganador y un perdedor, lo perdí todo por ti.
Fui por ti, cuando pude haber ido por amor a mí.