No quisiera ser profeta
por no vivir agitado;
mucho menos cautivado
por razonar como asceta,
ideando alguna treta
para que todos me sigan,
mientras tanto se desligan
de emplear su libertad
sin pensar con claridad
la idea que ellos abrigan.
No ser totalmente dueño
de una verdad absoluta,
que nunca se la discuta
y se cumpla con empeño,
pues sería entrar en sueño
del que vive adormecido
o se siente confundido
al no razonar las cosas,
pues no siempre todo es rosas
... puede surgir un herido.
Ser un \"poeta\" prefiero
y hablar de temas variados,
diversos y muy pensados
que cubran amplio sendero
bien humilde y más austero,
en lugar de dar sermones
para inducir opiniones
de los que quieren la gloria
y guardan en su memoria;
del profeta sus acciones.
Jorge Horacio Richino Verdaguer
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