Causa perdida sin excusa,
causa robada a la esperanza,
causa romántica contra la infamia,
causa divina contra la penuria.
La mayoría en la vida son causas perdidas,
somos esclavos de nuestras cadenas,
agachamos espontáneamente nuestras cabezas,
somos insconcientes con nuestras fuerzas.
Por eso, cuando hay alguna causa perdida,
alguna rama angosta de quimera,
me aferró con mis manos a su idiosincrasia,
sobre todo si es benéfica o libertaria.
Necesito creer en alguna causa perdida,
Es parte de mi naturaleza perdedora,
Soy un enamorado de la lucha contra la plutocracia,
y no puedo evitar tener fe en la meritocracia.