-No volveré a verla,
dila que nunca me llame,
que no la necesita nadie
y que no vuelva.
No volveré a verla...
que no la vuelvo a llamar,
que se vaya a la mierda;
que no puedo estar más tiempo
esperando a que me quiera.
¡ No volveré a verla !
Que mi corazón se quema
mientras su boca se ríe,
de mi angustia y de mi pena.
No...no volveré a verla.
Aunque es parte de mi mundo
de mi vida y de mi historia;
aunque se altere mi sangre
cada vez que ella está cerca
y se que me está mirando...
Aunque la esculpan en piedra
y perdure muchos siglos
su imagen sobre la tierra,
no volveré a verla.
Aunque ella llene mi espacio
y cargue con él a cuestas,
aunque cada nuevo atardecer
me recuerde a ella.
Aunque en un tiempo futuro
su ausencia sienta
y lleve siempre dentro de mi cuerpo
una enorme herida abierta.
¡ Impedidme que la vea !
No quiero perder de nuevo
entre sus labios las fuerzas,
que estando en su compañía
mis sentidos se desbordan
y cambia mi mundo entero,
apenas sin darme cuenta.
Impedidme que me asome...
no me dejéis que la vea,
que no quiero que sus ojos
descubran en mi la pena
que sus actos insensibles
han dejado en mi cabeza.
Con el paso de los días
he podido darme cuenta,
de que eso que ella no siente
es lo que a mí me interesa.
La arrancaré de mi vida,
la arrancaré como pueda
y si no puedo arrancarla
de mi corazón, no temas...
No lloraré en los rincones,
no me cortaré las venas,
no pondrán un frío mármol
aún sobre mi cabeza.
Yo seguiré mi andadura,
me cubriré de paciencia
y seguiré caminando
como tú sobre la tierra.
Caminaré por las plazas,
caminaré por las sierras
y entre doradas espigas
escribiré mis poemas;
los cubriré con gotas de rocío
para que lleguen llorando un día a ella
y alguien la diga: Estas son las últimas
lágrimas de tu olvidado poeta.
No la culpo por vivir así,
ni siquiera por pensar de otra manera,
ni por ir alzando muros
para que yo no la quiera.
La culpo por ir cantando...
gritando al mundo mis penas
y por no haberme entendido
cuando he hablado con ella.
La culpo porque sus uñas
han dejado en mi una huella,
no en el cuerpo,fué en el alma
que hoy agoniza bajo las estrellas.
La culpo porque me engaña,
la culpo porque me envenena,
la culpo porque poco a poco
me ha amarrado con cadenas...
¡ Y NO ! ...No quiero volver a verla,
que cada vez que se acerca
la rabia dentro de mí siempre aumenta
al saber que nunca más podré tenerla,
al ver que mi pesar no la preocupa
y mis sentimientos no la afectan.
No...nunca más volveré a verla.
J.M.BRAZAL