Quiero enviarte un beso
sin sabor a lágrima;
un beso sin regreso
que salga de mi alma.
Un beso con sabor a mar
que lanzo al cielo de tu boca
y, con ansias de estimar,
llega a tus labios y toca.
Un beso dulce de azahar
que se contuvo deseando
y hoy se escapó por azar,
abrió la puerta, te quiso amar,
tú le diste permiso llorando
y él, valiente, quiso entrar.
2 de mayo de 2009
Pau Fleta