Ante los clarividentes,
Aparezco reticente.
Camino muy extrañado
En azarosa contienda.
Los buenos aprendizajes,
Sin compromisos tenaces,
Derrapan en la espesura.
Escapan apresurados
Hacia territorio ignoto.
Porque el destino comienza
Por la presencia turgente
De los bien dispuestos seres
Agentes en su aventura.
Con cansera y esperanzas
Corrijo puntos endebles,
En busca de compañía,
Lejos de cualquier lindero
Fabulamos un cobijo
En la intimidad selecta
Para encauzar el volcán.