Hermann Garcia
LA SONRISA QUE CREEAS EN MI...
La sonrisa apareció y se mantuvo acompañándome
los escasos minutos que convivimos
la última vez que nos vimos;
hablamos de trivialidades, ilusiones, fantasías
componíamos y desarmábamos el mundo
y una y otra vez te miraba
como siempre tú belleza me llamaba
como siempre tú comportamiento me atraía
eras otra, más bella, más mujer, más mía
tan frágil, tan segura, tan grande
yo no pude más que esconderme tras esta inmensa sonrisa
miraba tus ojos, los que me reflejaban
sentí deseos de abrazarte, juntar nuestros labios,
amarnos, sabía que lo deseabas
pero la decencia y educación son fuertes
y tuve que huir...
Seguía emocionado, feliz, soñando
y con señales de humo me incitas
me provocas, me haces pensar lo que es
pero insistes en negarlo
ignoro esos llamados (pretendo hacerlo)
y me dejo llevar por la corriente de lo monótono
y navego en mi inventada realidad
pero en el fondo de este río
habita el mounstro que se esconde
y no saldrá aunque en ritual de sacrificio
agonices en sus aguas
y supliques su presencia.
Pero te amaré en secreto
disfrutarás en soledad
querrás más
y te bendeciré con mi alma
jugaré en tú cuerpo
y matarás la ilusión...