Cual magno sortilegio
Me tienen preso tus despóticos encantos
Haciendo que de pensamiento peque tanto
Sin poder resistir la tentación
Cual negro sacrilegio
Mis pensamientos de lascivia se sofocan
A tal extremo que el horror en mi provocan
Temiendo de ni alma la perdición
¿Qué extraño privilegio
Se te ha otorgado para hacerme tu cautivo?
¿De qué manera tan conforme y feliz vivo
En tu intangible y mágica prisión?