Siempre dije:
“No hay nada mejor que estar enamorado”
pensando que sabía cómo era sentirlo
hasta que llegaste tu, fracturándo toda fantasía, llevándolo a la realidad.
Creyendo que lo sentí alguna vez
imaginando que volvería a sentirme así
me burlo de mi de tal conjetura
después de todo deduzco que jamás fue así.
No se si respiro o suspiro
cada noche me duermo llena de esta extraña ilusión tan poderosa que me enjuicia y a la vez me trastorna.
Una vida empapada de tus caricias me deslumbra una vida entera sentenciada a tu regazo sin temor al apego porque a tu lado ansío la eternidad.
Llegaste a darle vida a esta frase que creí haber vivido alguna vez, pero no fue así contigo aprendí que no lo sentí solo fue un pronóstico emocional que ahora al fin vivo, si, ahora vivo.