Vivir en el borde del abismo
Desear una y otra vez la excitabilidad
Sudar, palpitar, temerle a la sorpresa, a la oscuridad
Habitar la desesperación
Vivir de golpe y en el golpe.
Vivir en el abandono, en el absurdo, en el abrazo
Vivir justo ahí donde el vientre me arroje
Que la herida me sonría y me muestre sus dientes tenaces
Córtame la garganta
Sécame de palabras, de aliento, de sueños
En el despliegue de tu hombría hazte fuerza en mi vientre
En mí…
Siempre estás tú…
Tú, siempre…