Amaneciendo...
El día comienza al lado te veo
tu cuerpo deseo susurro a tu oído
placer te convido caricias sensuales
alcanzan umbrales mis labios sedientos.
Son esos momentos que tú no resistes
fogosa me embistes brindándolo todo
en cada recodo virtuosa resaltas
aún más exaltas dejando recatos.
Instintos innatos queriendo saciarse
lascivia mimarse en pieles y fluidos
en uno fundidos frenética ingesta
obtiene respuesta el clímax invade.
Mas no nos disuade seguimos en juego
quemamos sosiego el ansia persuade.
Ninguno se apiade
no somos obsesos vivimos ahora
impúdico implora deleites excesos...
José.-