Para que nadar contra la marea que indudablemente me devuelve a tus brazos.
Para que salir de casa buscando un hogar diferente al que encontré dentro de tu alma.
Para que cerrar los ojos con el deseo de no recordarte y omitir el paisaje que me entregas.
Es inútil vendarme los ojos y además el alma si me rodean las flores que adornan tu presencia.
Es inútil querer sentirme como hielo, si vuelvo a tus brazos que me brindan el abrigo y fuego.