Tomás

Liturgia


Un número en el por qué, toda acción inequívoca se despeja en el hábito. La pintura se despega sobre la pared, el sonido que no interpreta mis oídos, la queja de los años a mi espalda. Poco a poco se deslizan las cosas por las cuales resiento. A veces quisiera creer en el silencio, palabra. Encontrarte costará las únicas dos miradas que me tengo. No desesperes; mi liturgia te lleva como un cometa invertido, llevándose cada nota y el vocablo: la cuerda de su cuerpo, en la corriente de mi sangre.