Danny McGee

FOREVER.

FOREVER.

Construía con su cuerpo el perenne amanecer, le deba a la mañana un perfume de domingo, un espacio a la mirada para alzar su desnudez y un rincón que revelaba otro sueño muy distinto.
Un rincón que revelaba otro sueño muy distinto, le decía a los silencios que era simplemente mía, por su cuerpo saboteaba la belleza del camino y la huella desatada que se enfrenta con la vida.
Y la huella desatada que se enfrenta con la vida, fue la luz encadenada de su piel incandescente. La más bella enamorada con el sol amanecía, mientras yo me deleitaba de ese día para siempre.