Mírame me decía yo mismo al espejo mientras escuchaba “En algún lugar de Ducan Dhu” en una tarde de sueños rotos, quebrantados por el gustoso calor de la realidad, solo, viendo el volar de las aves, pedía libertad a gritos, sin la tentación de mi habitación imaginaba cada viaje en este mundo sin las cadenas de la sociedad, sin las cadenas educativas, políticas y emocionales.
Solo me imaginaba gritando que no voy a volver, sin regreso, sin retorno, estando solo me nacía la vida, así como yo nací en ella, creciendo en el pensar del mundo, en cada disfrutar sin extrañar, sin retroceso al pasado, vivía el presente como el fin del mundo.