Me falta el aliento en una tarde como esta,
Mis manos y mi voz se desvanecen,
Desearía poder respirar un poco más.
Como un juego de cartas, intercambiando
Sonrisas, tristes o alegres
en un tablero de ajedrez,
Fuiste la única voz que se pudo escuchar.
Las palabras que pronunció, agua de un río fueron.
Mira mis manos magulladas por el cansancio,
Mira mi voz desgastada por el soplo leve del viento,
Tu sonrisa cálida me reconforta, me hiela, me sana.