Para mí increíble e inquieto bandido,
Furia de hiperactivo remolino,
Con sus atrevidos ojos de ensueño
Y la risa de alborozo en el nido.
Osado interlocutor oponente,
Que desde la precocidad del diálogo
sin juntar palabras, puro gorjeo,
Valida la agudeza de su mente.
A su pequeña casa de madera
Le da colores, calor y alegría
Con su alma de niño cabalga y sueña
Iza pandorgas, jugaba, reía!
Libera el hilo de trompos que suenan
Crea cometas de ala plateada,
Los tiende al cielo en lucha ensangrentada
Entre mariposas que raso vuelan.
Pintó acuarelas y cantó canciones
Aprende idiomas que curan heridas,
Imagina trayectos de oro, esteros
En regazos, sin oscuras esquinas.
Sintió la caricia de mano blanda,
Pronto, emerge del niño de alma viva,
Quitando espinas, alambres y vigas,
El hombre guerrero de espalda activa.
Y feliz, soñando sueños de ensueño,
Un mundo más justo, bueno y seguro,
Despega mi remolino pequeño,
De ojos vivaces mirando al futuro.
Bravo capitán de uniforme y fusta,
Trepa a mis brazos y me besa el alma;
Admiro tu entrega a lo que te gusta
Y la razón que tu mente derrama.
No hay para cada problema solución,
No hay respuestas para todas las dudas,
No se cambia el pasado sin razón,
No puedo evitar tropiezos ni mudas.
Si puedo escuchar y buscar contigo,
La réplica a conclusiones más fluidas
Siempre mis brazos serán el abrigo,
Para salvar o evitar las caídas.
Disfruto de tus logros y alegrías
Honro la osadía de tu vigor,
No marco lindes a tus fantasías,
Tienes mi apoyo, estímulo y amor.