BambĂș

MIEDO

Bajo al huerto.
Comienzo a escardar.
Tiro del Amor de hortelano,
esa planta odiosa
que se adhiere a todo...
Me entretengo a mirar sus pequeñas hojas
dispuestas de modo tan bonito,
su forma, su color,
la docilidad de sus tallos...
¡cuánta belleza alberga!
Recuerdo sus preciosos frutos que tanto me sorprendieron el pasado año...
Esta naturaleza nunca deja de asombrarme.
Quizá por ello la amo tanto,
el asombro
es tan placentero,
y esa fuga...
hacerse muy pequeña
y dejar que la naturaleza me absorba,
desaparecer por un rato del mundo real en el que tantas veces zozobro.

Tengo miedo a las arañas
Nadie lo creería al verme
agarrar sin miramientos,
a mano llena,
todo lo que no llegará a nada
como ornamento.
En mi mano sujeto y arranco la grama y otras plantas,
decidida,
sin pensar...
porque con ese miedo solo
se puede hacer lo que con cualquier miedo:
cerrar la mano con fuerza,
cerrar en torno a lo que todavía no ha crecido suficiente,
cerrar y tirar,
ahora que la tierra está húmeda hasta sus entrañas,
cerrar mis manos sin pensar,

hasta asfixiar el miedo.