Corre entre las veredas,
vuela muy alto como un águila,
transforma como lo hizo la mariposa
y sobre todo ten un corazón de ciervo,
fueron aquellas palabras que con aprecio
su abuela le transmitió a aquella niña temerosa, pero que apostándole a todo guardó aquellas palabras y los uso cuando un mal tiempo pasaba, como un antídoto para mantener su aura alimentada.
Hablaba su abuela con sabías palabras
cuando prendía fuego y la chimenea empezaba a humear y el calor pronto sus manos calentaron, mientras a ella las palabras de su abuela a su corazón calidez le transmitió.
Mar.