Izandro

Desvelo

 

Hoy desperté y sentí que tengo el corazón desordenado,

Mis letras se han quedado dormidas,

Y mis pensamientos padecen de un insomnio agobiante,

Miré mis manos y las toqué con Amor… las sentí vacías,

Y le hablé a mi Alma con palabras dulces y de consuelo;

Reparé entonces,

Que mis labios estaban fríos y que tenían un sabor extraño,

Era el eco de la soledad que me abrazó en un instante,

Y entonces,

Leí un párrafo de un poema que aún no había escrito,

Y se calmo en mí, la sed y el hambre,

Y mis labios saborearon un delicioso aroma a flores,

Y mis manos sintieron el calor de tu compañía,

La compañía de tu recuerdo,

Le hablé a mi corazón, y le tendí los brazos de mi alma,

Y me regocije conmigo mismo,

Porque se marchó la soledad que me rodeaba,

Y entonces, vi tus ojos en el recuerdo de mis palabras,

Y acaricié las flores que llevan tu aroma dulce,

Y me dormí nuevamente,

Porque ahora sé… que tú también me extrañas.