Vivimos en un mar de tentaciones La más fuerte es la del pecado carnal Que no es en absoluto un pecado venial Hasta los veganos de carne se dan atracones Hay tentaciones como las tetas y los culos De estas debilidades no se salvan ni los cartujos Solo se pueden resistir los astutos brujos Los más descarados no las disfrutan porque son unos chulos Quitarán de la bandera el aguilucho Pondrán en su lugar un grajo Que aunque vueĺe muy bajo Nunca andará tan bajo como el chucho Habrá una revolución de mujeres feministas Habrá una involución de los mormones Habrá una subasta de tiernos colchones Habrá una asamblea de alegres anarquistas