Danza la muerte eterna
con su lúgubre guadaña.
Elegante, de tela negra,
corta el flujo del tiempo,
trizando las entrañas.
Danza sola el último vals,
y sobre tu cuerpo fresco
deja caer flores de sal
y revela su seco rostro
sobre tu rostro mortal.
Danza helada y macabra
sobre la madera muerta,
donde callan las palabras;
donde estallan las almas
y la luz del sol no llega.
Danza rápida y lenta
entre el cielo y la tierra.
Camina sabia y perpetua;
danza la muerte…
y te lleva con ella.
—Felicio Flores