Busque refugió en su mirada pérdida en el asfalto,
siento cada tanto en el lado opuesto de mi espalda una herida que me dejó su despedida.
Si en cada luna...
Me inspiraba su piel desnuda.
Y la apasionada forma que tenia aquella hada para demostrar su amor.
La tan anhelada confección
Que en nada quedo.
Te preguntas: ¿Si en cada noche helada, pienso en mi amada?
Sus recuerdos están encadenados en una serie de eventos, que reviven en mi memoria sensorial, se disipa su aroma en mi almohada.
Pienso en ella aunque no debo.
Me fumo sus últimas palabras de despedida, las cuáles dejó clavada en el centro de mi pecho.
Aún así no siento despecho.
Simplemente aceptó el hecho de tu salida.
Con el tiempo se curara esta herida.
Algún día tu sombra dejará de merodear los rincones del habitación tratando de que no te olvidé.
Sería imposible.
Después de tanto que pasamos juntos, aún así espero que te vaya bien es lo que te deseó.
Más aún en mi vida aún quedan tantas cosas por decirte si es que nos volvamos a encontrar.