Alfredo Saez

-Sin maltrato animal-

Viejo vendedor del andar ambulante

pedestre, tonante pregón de un ronco,

obediente y peludo borrico jadeante,

tus propuestas diversas pesan un tronco.

 Días nuestros de los grandes mercadeos,

personalizas el coro sutil de tus ventas

entre muy tenaces ofertas y regateos,

apertura al corazón de cerradas mentas.

Escapaste del actual tan gélido tiempo

vendiendo sonrisas y las buenas noticias

sin censuras del veleidoso contratiempo,

esquina feliz donde te aguardan. ¡Albricias!

Viejo vendedor del andar ambulante

donosa vida sin abusos no caes en mal

ni en el sanguíneo dolor demandante

del insensible y terrible maltrato animal.

Viejo vendedor del andar ambulante

alma  de Platero del gran Juan Ramón

rescatas del ocasional cliente paseante,

memoriosos recuerdos, añejos en montón.