No te he podido olvidar,
siempre te llevo presente
y aunque tú sigues ausente
no te he dejado de amar;
si me miras suspirar,
brota sutil fuego ardiente,
pleno de luz y consciente
de que te habrá de encontrar;
siempre me brindas tu abrigo
pleno de fuerza y pasión,
yo en mi silencio te digo
sigues en mi corazón
única luz que persigo:
mi más sublime obsesión...