Oscar Perdomo Marín
AUN CON TODO
Hay un vacío eterno
en las palabras
y una tinaja rota
de tanta sed en verano.
Hay un gris muy profundo
hambriento de la aurora.
hay una gran nostalgia:
una gaviota herida en el ocaso.
¡Hay un vacío largo!
Hay un lamento.
Tal vez nunca lo sepa.
Reniego del dolor
de esta honda tristeza.
¡Que no me atrape, no!
¡Que no me atrape!
Que la tierra y el sol
se acabarán de pronto.
Hay una languidez
que va muriendo.
¡La siento, la percibo!
¡Ya viene inexorable!
El reloj agonizante
va tragando sus horas
eternas de vacío.
Hay un ariete, golpeando;
hay una voz de silencio,
de entierro, de agonía:
un ritornelo espeso, hondo.
¡Deteneos cuadriga de harapientos!
Mi mesa está vacía de esperanza
y aún con todo,
el amor se derrama entre las piedras.
¡Hay una luz naciente entre las sombras!
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