A consecuencia de muchos sentimientos escribo una vez más, buscando entre mis pensamientos una historia con una gran moraleja, pero la verdad es que no tengo nada, me pierdo cada vez que entro en mi mente al sentirme así, solo aun que no lo este, vacio aun que esté lleno de cosas que compartir.
Tengo amigos que podrían escucharme, pero ya no me gusta cargarlos con mis palabras.
Entiendo que soy muy culto en mis pensamientos pero inmaduro quizás en mis acciones, entiendo que sigo buscando juegos que me distraigan para no notar que hablo con muy pocos, entiendo que aun que me acostumbre a estar la mayor parte del tiempo solo a final de cuentas soy un humano.
Entre en una especie de bucle, ocurre un acto que me motiva, estoy estable con mis objetivos y visiones, avanzo hasta que me quedo pensando que pasan los años y que la mayoría de personas con las quienes entablo conversaciones son colegas no amigos, reflexiono de mi soledad en cuanto a amistades, busco nuevas amistades, no las encuentro y vuelvo aquí…. y nuevamente este bucle se inicia.
Puedo decir que tengo la bendición de que siempre en el fondo cuando todo lo demás falla esta la persona que me confió su vida y amor, pero con cada reinicio de este bucle me desgasto mas y mas, cada vez mas desanimado, cada vez menos optimista.
Siento que a final de cuentas para un humano la soledad es un hoyo negro que nos hace dar vueltas en nuestra zona de confort hasta que nos alcanza y se lleva un poco de nosotros.
Ya hable de mis inquietudes, ahora quiero mencionar mis deseos, mi deseo de que espero que mi amor siempre este ahí para abrasarme cuando me sienta así, mi deseo de no depender de ella para no sofocarla, mi deseo de que en la noche más oscura en el cielo me iluminen las estrellas en mis momentos más oscuros.
Muchos pueden decir que vivimos y perecemos solos, pero al final nuestras vidas se basan en un conjunto de acciones que nos impulsan, pulmones, corazón, riñones, cerebro, etc. Seguiré avanzando sin importar lo que pase, seguiré adelante aun que ya no quiera, mi voluntad será ese cielo estrellado que me muestra el camino en las noches más negras y en los momentos más duros, peleare, gritare y viviré… Para decirle a estos pensamientos que se busquen una silla y esperen sentados, porque mis rodillas no se mancharan con el barro y el lodo de la derrota, no lo permitiré ni en el desarrollo de mi historia ni en el último suspiro de mi existencia.