A veces pensamos que la peor parte es la partida
Y resulta ser que no,
La peor parte en realidad es el no regreso,
Las noches en que se mira al cielo
Y no se puede encontrar más que el silencio,
Acompañado siempre de una maldita nostalgia,
Amargura, tristeza, dolor.
De pronto pensamos que la peor parte es la partida
Y resulta ser que no,
La peor parte en realidad son los días de soledad,
Esos en que una habitación te permites recordar
Y aparece entonces, con una bofetada ... la realidad.
Tatiana Contreras