Laideliz Herrera Laza

Ciudad

 

Ciudad vacía,
ciudad dormida,
ciudad que asecha
el pavor de sus habitantes.

Ciudad que dormita
en el embeleso de una cura,
de un suspiro para dejar
pálida a la muerte
en el destino de sus habitantes.

Ciudad que apesta a melancolía,
que llena de mugre los pozos,
marcada por la miseria
de sus habitantes.

Ciudad que se deja llevar
por las gaviotas
que asoman sus picos
en un mar que por inmundo,
no deja de ser azul.

Ciudad que bebe de sus entrañas
para salvarse,
del salitre, para salvarse,
que se esconde de la bruma,
que respira escondiendo
la tristeza de sus ojos.

Ciudad que espera
el despojo de las sombras,
y se anuncia con la ligereza
de un pájaro sobre una cuerda floja
en los silencios del equilibrista.

Ciudad que espera a la quietud,
con habitantes ocultos
en las nuevas sombras.

Ciudad, tristeza, vacío.