Los martillazos en los huevos
de Seuz
el olor putrefacto de las axilas
de Afrodita
la savia de los enjutos árboles
desentrañaban misterios aletargados
un morral en la insurgencia de pueblos enamorados
una sustancia radioactiva que raya la maldad
y contrapone ejes orientales
sabiondos y genuflexos