He sabido despertar contigo
sin poder admirarte
aún no he podido conciliar
las noches al no escucharte
no imaginas cuantas albas
llevo sin entreoír tus cuerdas
ni cuantos ocasos cuento
sin avistar tus hebras
en mi almohada siquiera.
Presto oído entonces
a los sonidos que traen los vientos
a ver si basta poder sentir
el vibrar de tus labios gruesos
quiero ponerle más horas al reloj
cuando de ti se trata primero
ahí es cuando el minutero
comienza otra vez en cero
se detiene el tiempo espacio
y la vida me vuelves a reiniciar de nuevo.