Soy, eres, fuimos, seremos.
El hombre de los mil rostros,
Pero, de los mismos ojos tristes.
Tristes como la muerte,
Pero no la muerte propia,
Aun peor, la perdida de una vida.
Una vida que no es más parte de la tuya,
Hablo de ella.
Y cuando digo ella sé que tu mente es alcanzada por la imagen de una bella mujer,
Ahora pertenece a tu memoria, pero suspiramos al unísono, los hombres del corazón roto.