Hoy, cuando se ponga el sol,
Mi corazón rebosará gratitud
Por lo que tú, Señor Jesús
Hiciste con profundo amor.
Dejaste tu lugar de esplendor
para venir a la tierra a servir,
y también para sufrir
por el hombre pecador.
Sí, llegaste a morir,
aunque no lo merecías
con su preciosa vida el Mesías
pagó un rescate por mí…
Fue tu paciencia
la que conmovió mi corazón,
por tu completa obediencia
puedo obtener la salvación,
Tu lealtad es una demostración
de que Jehová siempre tiene la razón,
que su gobernación es la mejor,
que el hombre puede servir por amor…
Ahora tiene mi vida
una gran bendición,
un privilegio que no tiene comparación:
disfrutar de la amistad divina…
Todo gracias a ese amor
del que habló es apóstol Juan,
un catorce de Nisán
Jehová rescató a la humanidad.
(Juan 3:16)