Hoy me duele la cara,
los ojos, las mandíbulas,
y hasta los pies
al caminar.
¿Será acaso porque tú
no estás ?
¿Será eso lo que hoy
me tiene así?
Las sienes me retumban,
oprimen mis pensamientos,
que no sé qué es lo que pienso,
si a mi lado tú no estás.
No sé,
no lo comprendo,
soy un solo sufrimiento,
desde el cabello a los pies.
Me duele el ama
y los sueños,
tus miradas a lo lejos
y la espuma de la mar.
Me duele tanto,
tanto tu vida,
que ya has abierto una herida
por donde brota soledad.
Me duele tanto
tu ausencia,
me duele tanto tu adiós,
que no hay consuelo;
ni ventanas en el cielo,
ni veredas, ni riachuelos,
ni palomas, o gardenias,
sólo mucha soledad.
©Armando Cano