Horas, minutos; te espero
soy como un tiempo infinito;
espero arenas en freo
se deslizan en granitos.
Cada cita en tiempo contigo
se desliza el minutero,
pero espero y soy testigo
del tictac que desespero.
Apaciento horas con fierro
carácter; por este anhelo,
lo bello del tiempo aferro,
deseando tu beso de cielo.
Y así el desplaye a tu lado,
lo infinito se hace amado,
cuerpo en sincronía varado,
como reloj aparcado.
Y preguntas si termina,
y quieres más de hora una,
eres tu mi eterna luna,
insaciable y oportuna.
Y vuelvo a empezar el ciclo,
otra vez prosigo el acto
ahora hasta la hora cinco.
y así el tiempo se hace pacto. fin
Lic. Jesús Isaias González Arroyo.