Anabell López Rodríguez

Así...

De rodillas en el piso recogiendo los trozos de su corazón:

ella, prefirió mil veces el dolor de su abandono, el dolor de su traición, 

el dolor de su olvido.

Prefirió mil veces el dolor de dejarlo partir,

antes que el dolor de no haberlo conocido, 

de no haberlo besado, 

de no haberlo amado.

Así de grande era su amor por el y 

así cerro los ojos, suspiró y lo bendijo.