Noche de luna llena, estrellas brillantes que se
reflejan en los ojos.
La princesa espera, los besos con sabor dulce
de su boca calida y fogosa,
para calmar su sed de pasión.
La princesa espera,
sus manos tersas, recorriendo su cuerpo,
donde cada poro deja escapar su calor de mujer,
estremecida antes sus propios latidos,
que retumban en la habitación, sus pechos
erectos ante tanta excitación, su pelvis
se sacude desenfrenadamente, como queriendo escapar,
sus piernas tiemblan al imaginar a su príncipe,
sobre ella haciéndole el amor, susurrándole al oído,
acariciando, palpando, palpitando, extasiado por lo que ella le da.
Su príncipe sigue en las penumbras, mientras la princesa
exhausta despierta llena de placer que el le dio entre
sabanas y sueños.
Donde estas príncipe, que ella te busca,
en cada luna llena y en cada estrella brillante.
Te siente, su corazón late por ti.
Te siente, su vida se renueva por ti.
Te siente, cada día ella despierta por ti.