Fuegos sagrados se hamacan
Tras mis párpados cansados
Antes de que el sueño prohibido
Se apiade de ellos.
Estrellas cuasi-eternas
Velan el descanso que no llega.
En la oscuridad,
Todo adquiere forma,
Los miedos,
Las culpas,
Las mentiras,
Más o menos piadosas,
La soledad,
La incertidumbre;
Resucitan,
Se incorporan,
Gigantes vampiros,
Se abalanzan sobre mí
Y en un suplicio
Tan largo como la noche,
Me desangran, una vez más.