Alguien le disparó al cielo,
no sé si a ciegas ni sé
si lo hizo al azar,
fue un límites de encuentro
entre un ocaso y el instante
de lo casual,
un golpe natural de un intento
homicida y un resurgir de lo bello,
es ese golpe necesario
para reconocer que aún
inmortaliza su inmensidad.
Alguien le disparó al cielo
y no supo que ni Nievi
lograría semejante objetivo.
Jorge F. Calderón
Marzo 21 /20216